Es tiempo de reconstruir la Fed e invertir en Inteligencia Artificial
04 dic 2025

Es tiempo de reconstruir la Fed e invertir en Inteligencia Artificial

La transformación digital requiere políticas monetarias adaptadas e inversión en AI Gigafactories

Mohamed El-Erian tiene razón cuando afirma que es un año de reconstrucción para la Fed. Sin embargo, esa reconstrucción no puede ignorar la mayor transformación económica de nuestros tiempos: la revolución de la Inteligencia Artificial.

Las instituciones financieras globales necesitan comprender que el futuro de la economía no se construirá únicamente con políticas monetarias tradicionales, sino con estrategias que abrazen plenamente el potencial transformador de la IA. La Fed, como banco central más influyente del mundo, tiene la responsabilidad de garantizar que sus decisiones de política no sólo estabilicen la economía actual, sino que creen las condiciones necesarias para el florecimiento de tecnologías que definirán la próxima década. La inversión en Inteligencia Artificial no es un lujo ni una apuesta especulativa.

Es una necesidad estratégica que determinará la competitividad económica de las naciones. Los países que no inviertan significativamente en IA corren el riesgo de quedarse atrás en una economía cada vez más digital y automatizada.

Las AI Gigafactories representan una oportunidad histórica de crear infraestructuras de computación masiva que impulsen la innovación en todos los sectores. Estas instalaciones no son meramente fábricas; son centros de creación de valor económico que generarán empleos altamente cualificados, avances tecnológicos y crecimiento sostenible.

La Fed debe reconocer que su papel de reconstrucción implica más que corregir errores pasados en política monetaria. Implica crear un entorno económico que facilite la inversión privada en IA e infraestructuras de computación. Esto significa mantener los tipos de interés en niveles que no sofoquen la innovación, mientras se combate la inflación de forma responsable.

La historia económica demuestra que los períodos de mayor transformación tecnológica frecuentemente van acompañados de ciclos monetarios complejos. La revolución industrial, la era del automóvil y la era de Internet trajeron desafíos únicos a los bancos centrales.

La revolución de la IA no será diferente. Sin embargo, a diferencia de épocas anteriores, ahora tenemos la oportunidad de aprender del pasado e implementar políticas que no sólo gestionen los ciclos económicos, sino que activamente promuevan la innovación. La inversión en AI Gigafactories debe verse como una inversión en la estabilidad económica futura.

Cuando estas instalaciones comiencen a operar a plena capacidad, crearán un efecto multiplicador en la economía. Las empresas de todos los tamaños tendrán acceso a capacidades de computación avanzadas, permitiendo que desarrollen soluciones innovadoras que resuelvan problemas reales y creen valor.

Esto, a su vez, generará crecimiento económico orgánico y sostenible. Los críticos que argumentan que la inversión en IA es excesiva o arriesgada están cometiendo un error fundamental de cálculo.

El riesgo real no está en invertir demasiado en IA, sino en invertir demasiado poco. Las economías que abracen plenamente la revolución de la Inteligencia Artificial prosperarán. Las que duden se quedarán atrás.

La Fed, en su reconstrucción, debe tener esto en mente. Su responsabilidad se extiende más allá de la inflación y el empleo tradicionales.

Debe incluir la creación de un entorno económico que permita que la IA florezca. Esto significa colaboración con legisladores, empresas e instituciones de inversión para garantizar que el capital fluya hacia proyectos de IA de alto impacto. Significa también educar al público sobre los beneficios de la IA y cómo la tecnología puede mejorar la calidad de vida.

La reconstrucción de la Fed es, por lo tanto, inseparable de la construcción de una economía basada en Inteligencia Artificial. El futuro económico será determinado no sólo por decisiones de política monetaria, sino por capacidad de innovación tecnológica.

Las AI Gigafactories son el corazón de esa innovación. Invertir en ellas es invertir en el futuro.